El domingo 27 de mayo próximo, serán celebradas elecciones presidenciales en Colombia, y las expectativas generadas por dicho proceso, son preocupantes por razones obvias, que todos conocemos, pero más aún los colombianos por ser los testigos más cercanos de la tragedia humana que viven sus vecinos venezolanos, provocada por los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura comunista que los oprime sometiéndolos a desajustes y calamidades sin precedentes.
Sucede que a pesar que el candidato “uribista” Iván Duque lidera las encuestas con un 41.5%, el izquierdista Gustavo Petro le sigue a la saga con 29.5%, lo que produce inquietud debido a que posiblemente tengan que enfrentarse en una segunda vuelta, que podría producir un resultado sorpresivo, que supondría un riesgo a la estabilidad económica, política y social de Colombia, de ganar el izquierdista, por su afinidad con el castrismo y el chavismo.
Aunque en tercer lugar le sigue el ex gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, de centro, con un 16.3%, y luego el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, con 6.6% y en último lugar el ex jefe negociador del acuerdo de paz, Humberto de la Calle, no se puede asegurar un apoyo de estos, porque en una segunda vuelta nunca se sabe lo que pueda ocurrir, debido a las eventualidades que puedan surgir fruto de negociaciones de última hora.
Porque es sabido que Petro, en su paso por la alcaldía de Bogotá, se ganó la fama de autoritario y mal administrador, más el peligro que significa para Colombia su elección como presidente, por la posibilidad de que implemente políticas parecidas a las aplicadas por el chavismo en la vecina Venezuela y lleve al país a transitar los mismos escabrosos senderos, no se justifica el significativo apoyo que disfruta en esta coyuntura.
Es un fenómeno para algunos inexplicable… a los pueblos a veces no hay quien los entienda. Y es que la falta de comprensión de los temas políticos hace que muchas veces estos actúen llevados por circunstancias atenuantes que los inducen a irse por la tangente en la toma de decisiones en coyunturas históricas que pueden ser determinantes en el derrotero de las naciones.
De manera que conociendo la realidad que viven sus vecinos y las características determinantes de cada candidato, el domingo los colombianos tendrán en sus manos determinar el futuro inmediato de su país. Si se equivocan les puede costar muy caro.
Ojalá que no se equivoquen y tengan la sabiduría de escoger lo mejor, que para mí sería Iván Duque por ser el candidato que más garantiza estabilidad en todos los órdenes, por sus posiciones políticas apegadas a la democracia, al estado de derecho y el libre mercado. El antiguo guerrillero del M19, Gustavo Petro, representa todo lo contrario, lo que es un gran peligro para el futuro de Colombia.
Fuente: elnuevodiario.com.do
