Es un método de estudio o monitoreo ambulatorio que registra y analiza la función eléctrica detectando los latidos del corazón, usualmente unos electrodos van conectados a una grabadora por un periodo de 24 horas, aunque ya existen en el mercado por espacio de semanas o meses, no es molesto ni representa riesgo alguno al colocarlo.
Después de este tiempo el paciente debe devolver el aparato donde le fue colocado, y es posteriormente analizado para descartar posibles arritmias o cambios en segmentos del trazado.
Es importante que, durante el registro, el paciente anote en el diario de eventos cualquier síntoma, para correlacionar con posibles hallazgos al análisis, debe realizar sus actividades normales, pero sí evitar áreas de voltajes, de imanes o sábanas eléctricas.
Puede realizar ejercicios si su médico así lo ha requerido, por historia de palpitaciones, arritmias o síncope durante esa actividad.
El registro continuado de la actividad eléctrica del corazón que se obtiene mediante el Holter permite detectar anomalías y prevenir riesgos cardiovasculares.
El éxito de esta monitorización depende de la colaboración del paciente. Se debe poner especial cuidado en pacientes alérgicos a las cintas adhesivas que se utilizan para adherir el dispositivo al cuerpo. En algunos casos se rasura el pecho a los hombres para mayor adherencia de los electrodos, el paciente debe evitar humedad durante el monitoreo.
El estudio Holter es indoloro, aporta información valiosa de nuestro ritmo cardíaco, no existen contraindicaciones y sí es importante informar de algún medicamento que se esté tomando.
Así que si tu médico te recomienda este estudio, puedes tener la seguridad de que desea detalles de la actividad eléctrica de tu corazón en beneficio de tu salud cardiovascular.
La autora es cardióloga
